McGriff y Albaby tienen probablemente el peor papel para un soldado en tiempo de guerra; son policías militares. Se encuentran en el Saigón de 1968, en pleno conflicto bélico, y tienen la misión de investigar los asesinatos de seis prostitutas. Su trabajo aún es más duro, ya que el principal sospechoso es un oficial de alta graduación del ejército norteamericano, algo que también pondrá en peligro sus vidas…